martes, 18 de febrero de 2014

Sueños demenciales

Despiertas con todo tu cuerpo en sudor.
Parpadeas rápido sin saber donde estás.
Intentas recordarlo todo, pero el miedo que procede de tu sueño te nubla y te envenena poco a poco.
Oyes los latidos de tu corazón.
Son rápidos.Son fuertes.Son dolorosos.
No oyes tu respiración.Ni siquiere eres consciente de si lo haces o no.
Tu cuerpo no responde.
Tu cuerpo se estremece al recordar aquello que viviste en el mundo astral de la imaginación.
Tu piel y tu vello se erizan.Escalofríos inundan tu cuerpo que hacen que caigas en un abismo sin fin, en el que mil manos invisibles te agarran para llevarte al lado más oscuro de un mundo en el cual no tienes poder.
Estás acojonado.Quieres escapar.
No te resistas.Pronto pasará.
Ya no sabes si es real o no.
Ya no sabes donde estás.
Preferirías estar muerto.
Sería más fácil si estuvieses muerto pero no.
No es tu cuerpo el mutilado.
Es tu mente.Una jodida mente tan inconsciente morbosa, que hace reprimas todas las ganas de volver a la consciencia, y te corras de placer con el terror de que tu cuerpo termine desgarrado o tu cerebro hecho mierda.
De alguna manera sientes movimiento en tu cuerpo.Pero no eres tú.No te confundas.Es el miedo lo que lo provoca.
No es tan fácil huir.
Y tampoco es tan malo como parece.
Déjate llevar por lo desconocido.Déjate llevar por el sabor de la experiencia.
Abraza el misterio de lo más profundo de tu ser.Sueños, sentimientos...Temores.
Deja que tu cuerpo sea acariciado por una orgía de pensamientos inconscientemente fluidos.
Deja que tu cuerpo se corrompa por uno de los más incomprensibles y demigrantes placeres.
Siente como el puto miedo te arranca melodiósamente el corazón.
Deja perder tu consciencia en el inconsciente mundo más fantástico e irreal que hayas conocido.
No sonrías de felicidad.
Sonríe con miedo.Invócalo.
Inúndate de él como si follases por última vez.
Y cuando despiertes, no serás el mismo de siempre.
Tu mente enajenada responderá por ti.Actuará por ti.
Y caerás en la paranoia más dulce a lo que locura se deduce.
Encántate de su encanto.
Y una vez que lo hayas hecho, no volverás atrás.
Memorias de un sueño inacabado rezuman en mi mente sin haber digerido aún que podría dar más miedo que la propia muerte.
Dulces sueño mis pequeños dementes.
Pues un día de estos apareceré en vuestras mentes y seré la más de las dulces pesadillas que os encontréis.
No tengáis miedo y dejad mutilar vuestros cerebros.

No es inventado.
No es copiado.
Pero hace días desperté de un sueño inacabado, que la culminación de mi vida pensaba terminada, en este estupefacto momento.
Vivo feliz sin miedo, esperando un arraigo de esperanza porque el terror me folle loca y temiblemente perfecto.

Buenas noches.